A diez días de las elecciones, traemos la última parte de la Agenda Ciudadana por las Libertades Fundamentales, aquellas que están consagradas tanto en la Declaración Universal de los Derechos Humanos como en la Constitución Política de México.
A lo largo de los últimos años se han visto numerosos intentos de reformar la Constitución Mexicana con fines de restringir la libertad de expresión de la que todos gozamos y nos corresponde por derecho; de igual modo peligra el derecho como padres a educar a nuestros hijos así como también el derecho a profesar y expresar públicamente nuestra fe.
El partido MORENA sistemáticamente quiere dinamitar los pilares que sostienen a nuestra nación mexicana, confundiendo al público e intentando convencerles de que sus convicciones, sus creencias, su fe son un lastre que impide la construcción de su llamada cuarta transformación.
Desde su punto de vista, que la gente crea en Dios se convierte en un impedimento y para ello se han empeñado en ridiculizar la fe de católicos y cristianos, muchos no olvidaremos la escena del presidente en la mañanera cuando les dijo a los mexicanos que con un “detente” estarían protegidos de la pandemia; deliberadamente el Señor López se burló de los católicos, porque los que conocemos nuestra fe no utilizamos signos religiosos como si estos fueran fetiches.
Es grave que la izquierda mexicana quiera despojar de sus creencias a los ciudadanos, entendemos que están inspirados por ideas marxistas, pero en un país donde el 90% declara profesar una religión es un atentado mayúsculo.
Es por ello que animamos a los candidatos que quieran nuestro voto a que se comprometan desde el Estado a garantizar mediante medidas legislativas y políticas las condiciones propicias para el ejercicio del derecho humano a la libertad religiosa, sin favorecer a ninguna en particular debe apreciar y promover la práctica religiosa de sus ciudadanos tal como lo estipula el art. 18 de la Declaración Universal de los DDHH así como el art. 24 de nuestra Constitución.
Pedimos se revise la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público y en su caso realizar las modificaciones necesarias para garantizar la libertad religiosa de los ciudadanos y para que las celebraciones populares no tengan que pasar por la autorización de la SEGOB.
Deben legislar para que las asociaciones religiosas puedan poseer en propiedad o administrar concesiones para la explotación de estaciones de radio, televisión o cualquier tipo de telecomunicación.
Demandamos también generar leyes que garanticen la objeción de conciencia por la cual los servidores públicos puedan, por motivos religiosos o éticos, abstenerse de participar en ciertas disposiciones oficiales.
Exigimos elevar a rango constitucional el derecho primario de los padres a educar a sus hijos, así como el derecho de todo padre para elegir el tipo de educación, de acuerdo con sus propias convicciones morales y religiosas, que habrá de darse a sus hijos en la escuela.
Incluir en la Ley de Educación del Estado y en la Ley Estatal de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescente el párrafo 3 del artículo 26 de la Declaración Universal de los DDHH.
Y para concluir exigimos que se respete y garantice el derecho a informar, así como a expresar en público nuestras ideas y su manifestación tal como lo estipula el art. 19 de la Declaración Universal de DDHH.