En México tenemos años respirando un aire de violencia e impunidad, pero hoy la desesperanza ya es sofocante. Estamos en una espiral que parece no tener fin.
En Coatzacoalcos, Veracruz un ataque a un bar dejó un saldo – hasta ahora – de 29 muertos y 8 heridos; en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco se descubrieron 17 bolsas con restos humanos; en Tepalcatepec, Michoacán, un grupo armado ataca a la población y hay 9 asesinados y en Sinaloa fue descubierta una fosa clandestina con más de 2 mil fragmentos de huesos de manos.
Además de todo eso tenemos miles de desaparecidos cuyas familias quedan destrozadas en sus almas, a estas familias les decimos estamos con ustedes.
México es preso de una terrible cultura de la muerte, cuyo único objetivo es lucrar con el daño al prójimo. Y se han roto todas las normas legales, éticas y morales.
Es dolorosísimo y desafortunado, pero hoy México vive un baño de sangre irracional.
Debemos preguntarnos ante un problema o una necesidad ¿es lícito contratar a un sicario para resolverlo? ¿en verdad se vale que ante una dificultad o problema se pueda considerar como solución valida eliminar a una persona? Esto que es inaceptable con el crimen organizado también lo debe ser con el vientre de una madre.
México no necesita más cultura de la muerte, tenemos todos que trabajar no sólo por detener la locura del crimen organizado – en cualquiera de sus facetas – también tenemos que construir una auténtica cultura de la vida, y para que esto se dé, se requiere empezar por la familia, célula básica de la sociedad, en la cual no sólo se gesta la vida, sino que también se debe acoger y cuidar en todo su ciclo vital y continuar con su fortalecimiento mediante una buena educación.
Familia, Vida y Libertad, sobre todo la educativa, son entonces el antídoto profundo para detener la cultura de la muerte que hoy ataca a nuestro México.
Es por esto, que queremos denunciar con toda claridad y contundencia las iniciativas de ley, tanto federal como locales, que atentan contra la vida, la familia y la libertad de educación para nuestros hijos.
En el nivel federal son las iniciativas de Porfirio Muñoz Ledo “Caja de Pandora”; la “Ley Aborto” de Lorena Villavicencio; la “Ley Mordaza” de Citlalli Hernández y la Ley General de Educación con perspectiva de género con las que algunos grupos muy ruidosos buscan imponer una cultura de la muerte, pues generan un marco para promover sicariatos legales, bajo los más absurdos argumentos.
Exigimos al Congreso de la Unión que deje de ser parte del problema y empiece a ser parte de la solución ante el gravísimo problema de la Cultura de la Muerte.
Hoy que inicia el periodo legislativo, exigimos a los legisladores no agravar el problema sumando al crimen organizado tolerado, la legislación del crimen del aborto; que no rompan más el tejido social atentando contra la familia y el derecho fundamental de la infancia a tener una vinculación estable con su padre y con su madre; que no adoctrinen a nuestros hijos con falacias ideológicas sobre sexualidad.
Les pedimos hagan un real esfuerzo por construir una cultura de la vida con iniciativas y políticas con perspectiva de familia.
Como sociedad civil, levantamos la voz hoy y reiteramos nuestro llamado a la activación nacional ciudadana que hemos convocado para el día 21 de septiembre en las principales ciudades del país. Si esta Cámara Federal es el espacio de la voz de todos los mexicanos, exigimos que escuchen la nuestra y obren en consecuencia.
Como Frente Nacional por la Familia rechazamos toda violencia criminal legal o tolerada, como el aborto en la Ciudad de México, o ilegal, como la extorsión, el secuestro y el asesinato de miles de personas integrantes de millones de familias.
Reiteramos nuestra convicción de luchar por una cultura de la vida, de respeto a los derechos humanos de los más indefensos; por las familias mexicanas y una auténtica libertad educativa para nuestros hijos.